AUTOCRÍTICA Y DUDAS

Hay gente que confunde un blog con un periódico. En el primer caso es personal y no se está obligado a seguir un tema. En el segundo es público y además es un negocio que obliga a dar variedad y mantener un cierto seguimiento de las informaciones que se ofrecen.

En los dos casos es necesario un mínimo de veracidad y mucho de honestidad. Es obvio que si se quiere ser leído se debe ofrecer un contenido interesante para el lector de forma periódica. Es evidente además que si no se hace así estas muerto.

Me aconsejan que aumente el número de contenidos y que sea más asiduo a mi cita con los posibles lectores. Que haga lo mismo que los principales blogs, de tecnología por ejemplo, que utilizan el “copypaste” de los servidores RSS elaborando la información a partir de una “traducción automática” de los principales blogs de habla inglesa. Es lo que se supone que se hace en la mayoría de blogs españoles que ofrecen contenidos tecnológicos. También, más propio de los blogs políticos de los “no políticos”, tomar periódicamente una o dos informaciones base, añadir uno o varios enlaces y hacer un pequeño comentario de opinión. Los que así me aconsejan dicen que algunas cosas que escribo no tienen efectividad porque no llega a un público amplio y con toda seguridad tienen razón.

Debería hacerles caso y esforzarme más por aumentar el “ranking” de lectores porque se supone que deseo comunicar algo de forma “masiva”. Si no fuese así no tendría sentido escribir en un blog a través de internet. El caso es que mi tiempo lo utilizo para cosas más interesantes y mi astenia se multiplica cada vez que soy bombardeado con multitud de informaciones a través de los medios de comunicación y de la propia red. No daría abasto y no tendría tiempo material para expresar todo lo que de forma continua “bulle” por mi cabeza. Claro que todo es seleccionar y mantener cierta disciplina. Estoy tentado de hacer lo que mis “consejeros espirituales” me dicen. Seguramente haré el “experimento”, pero mucho me temo que mis fuerzas físicas y mentales, cada vez más cansadas y anárquicas, me jueguen una mala pasada.

En fin, puede que “trabaje” un poco más, pero no puedo asegurarlo.